Las energías renovables crecieron a gran escala en Argentina, dada la infraestructura y la inversión local. El desarrollo eólico se vio fuertemente beneficiado en el país, por lo que se espera que siga evolucionando en los próximos años.
Las energías renovables cada vez son más populares en el mundo, particularmente en Argentina, donde hay infraestructura e inversión ideal para su desarrollo. Entre las alternativas disponibles, se encuentra la eólica, la cual no produce contaminantes.
A diferencia de los combustibles fósiles, la energía eólica depende de los recursos naturales. Se posiciona como una alternativa sostenible, con un impacto ambiental relativamente bajo en comparación con el petróleo y el gas natural.
Un claro ejemplo de su incorporación en el país es a través de Pampa Energía, la empresa argentina que se destaca en el sector energético internacional. La misma considera a las energías limpias como un tema clave.
Desde 2018, la compañía incorporó parques eólicos que suman un total de 387 megavatios. Actualmente, está desarrollando un quinto parque en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, que agregará 140 megavatios de potencia instalada en sus primeras dos etapas.
Rubén Turienzo, Director Comercial de Pampa Energía, explicó que la empresa en este momento está operando 300 MW de energía renovable. En tanto, se mantiene en construcción un nuevo parque de 140 MW en Bahía Blanca.
Este tiene la particularidad de estar conectado a la red de 500 kilovoltios (kV), la red de más alta tensión en Argentina. Se trata del primer parque en conectarse a esta tensión, lo que representa un desafío técnico y de costos considerable para la compañía.
Cabe destacar que Pampa Energía es una de las principales generadoras de electricidad a nivel nacional, con una capacidad total de 5,332 megavatios, lograda a través de nueve centrales térmicas, tres hidroeléctricas y cuatro parques eólicos, a los que se sumará la construcción en el sudeste de la provincia de Buenos Aires.
Para esta obra, la organización incorporó máquinas de mayor altura y con palas de mayor diámetro. Además, optó por la dinámica comercial conocida como MATER, para abastecer a grandes usuarios mediante contratos privados.
Según indicó Turienzo, un elemento clave para la expansión de la empresa fue la sanción de la Ley de Energías Renovables en 2015. Para él, esta fue la base del desarrollo nacional, ya que les permitió pasar de cero a 5,000 megavatios, y lograr 2,000 megavatios adicionales en los próximos dos años.
¿Cuál es la situación energética actual en Argentina?
En el caso de Pampa Energía, las miradas están puestas en llegar al 2025 con un 20% de fuentes de este tipo a nivel nacional. Rubén Turienzo considera que este desafío es alcanzable y que la empresa puede contribuir a partir de sus obras.
De cara al futuro, el ejecutivo hizo hincapié en dos cuestiones que necesita el territorio argentino para fortalecer su desarrollo energético. Por un lado, contar con un sistema regulatorio consistente, duradero y coherente. Por otro lado, desarrollar nuevas líneas de alta tensión que permitan poner en valor nuevos proyectos.
Según el ejecutivo, hoy en día hay un cuello de botella fundamental, que es el sistema de transporte. No hay más líneas para poder evacuar todo el potencial que tiene el país en términos de demanda de energía renovable.
En ese sentido, el profesional remarcó que las primeras etapas para poder instalar más energía eólica en lo que es el sur de la provincia de Buenos Aires y la Patagonia requieren no menos de USD 2.500 millones. De esta manera, se podrán crear grandes líneas y hacer subestaciones.
Sus dichos indican que no es un número muy distinto en magnitud a lo que fue el primer tramo de gasoducto, por lo que cree que se trata de un valor alcanzable. Se debe acomodar la economía para empezar a pensar en el mediano plazo. Los recursos humanos están, por lo que restaría ponerse de acuerdo en las obras entre el sector público y el privado.
¿Qué es y cómo funciona la energía eólica?
Se trata de un tipo de energía que se obtiene a partir de la fuerza del viento. La misma es aprovechada a través de un aerogenerador que transforma la energía cinética de las corrientes de aire en electricidad. Se trata de una opción renovable, eficiente y segura que además descarboniza la economía.
Cabe destacar que existen dos tipos de energías eólicas, la terrestre y la marina. La primera consiste en aprovechar el viento mediante parques eólicos situados en tierra firme. Estos están compuestos por aerogeneradores, lo cual lo hace adecuado para el consumo convencional.
La marina, en cambio, se genera utilizando la fuerza del viento en alta mar, donde su velocidad es mayor y más constante. Para maximizar el aprovechamiento de este recurso, se construyen megaestructuras sobre el lecho marino equipadas con las más avanzadas innovaciones tecnológicas.
En cualquiera sea el caso, se observan beneficios que van desde una baja emisión de gases de efecto invernadero hasta el aprovechamiento de un recurso ilimitado.