La novedosa estrategia que implementará el Gobierno para acelerar la recuperación económica

Argentina aprovechará el rol estratégico del petróleo y gas, ya que hoy en día representan un quinto de las ventas externas del sector agro. Se espera que la economía continúe en crecimiento gracias a las exportaciones de ambos recursos.

Argentina está entrando en una etapa de recuperación económica que se perfila diferente a las anteriores. Tras un largo período de estanflación, finalizó el 2024 con un Producto Bruto Interno per cápita considerablemente menor al de hace 14 años, pero con perspectivas de un crecimiento más sólido y sostenible, alejándose de los ciclos previos de expansión efímera que terminaban en frustración.

En este contexto, la producción de gas y petróleo adquiere un papel clave. El proceso de estabilización económica está llegando a su etapa final, con fundamentos que respaldan una recuperación firme y sostenida. 

Los expertos en economía consideraron que el año pasado se rompió una tendencia de más de una década de déficit fiscal. En tanto, en 2025 el país podría alcanzar un equilibrio sustentado por políticas públicas consistentes en la exportación de energía. Esto resultaría factible ya que hoy en día representan un quinto de las ventas externas del agro.

El superávit comercial de 2024 superó los 17.000 millones de dólares, y se espera que se mantenga en 2025, incluso con una mayor demanda interna, apreciación del tipo de cambio y normalización en el comercio exterior. Este panorama también incluye una inflación bajo control y un riesgo país por debajo de los 700 puntos básicos, lo que posiciona a Argentina como un país con acceso al crédito internacional.

La gran transformación de la economía argentina en este año será un cambio estructural significativo, con un nuevo sector robusto que permitirá superar una de las mayores restricciones históricas del país: la escasez de divisas. Este avance marcará el inicio de una fase de crecimiento más estable y confiable, rompiendo con los ciclos tradicionales de avance y retroceso que caracterizaron la economía.

Cabe destacar que el sector Oil & Gas se destaca como uno de los pilares de la actual recuperación económica. Aunque todavía se encuentra en una fase de crecimiento inicial, las exportaciones energéticas representan actualmente el 20% del valor total de las ventas externas del sector agrícola, lo que resulta sumamente atractivo para el desarrollo del país en términos económicos.

¿Cuál será la clave del éxito en la economía argentina en 2025?

Cuando la economía argentina consigue aumentar rápidamente su nivel de actividad, suele enfrentar un deterioro significativo en su balanza comercial debido al aumento inmediato en las importaciones de insumos y bienes de consumo. Esto genera consecuencias ampliamente conocidas: devaluaciones, restricciones a las importaciones o mayor endeudamiento. En este contexto, la recuperación económica tiende a ser breve y, en última instancia, problemática.

Sin embargo, el gas y el petróleo están marcando una diferencia en la actual etapa de recuperación. Aunque todavía en un período de expansión inicial, las exportaciones de energía ya alcanzan el 20% del valor de las ventas externas del sector agrícola. Los incrementos en las actividades de fractura auguran un aumento inminente en la producción, mientras que los proyectos de inversión enfocados en la evacuación y exportación de hidrocarburos prometen un desarrollo significativo a mediano plazo.

Se proyecta que, en los próximos dos años, las exportaciones de hidrocarburos podrían acercarse al 30% del valor de las agrícolas y, dentro de cinco años, igualarlas. Esto permitirá que la generación de divisas, hasta ahora dominada casi exclusivamente por el sector agropecuario, sea compartida con el energético, con la posibilidad de que la minería también se sume a esta dinámica en el futuro cercano.

Además de su contribución en dólares mediante exportaciones, el sector energético impulsa importantes inversiones. Los recursos de gas y petróleo en Vaca Muerta son protagonistas clave de los cerca de 12.000 millones de dólares canalizados a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) en el sector energético.

El aumento en la disponibilidad de energía no solo fortalece las exportaciones, sino que también mejora la situación fiscal. Esto se logra gracias a una mayor capacidad de recaudación y a la disminución de la necesidad de cubrir elevados costos de importación, como los del gas natural licuado, mediante subsidios. En comparación con 2023, las transferencias estatales vinculadas a la energía se redujeron entre un 20% y un 30%.

En este contexto, el sector hidrocarburífero se perfila como un motor de transformación para la economía argentina en los años venideros. Es una pieza clave para cualquier estrategia de desarrollo sostenible a largo plazo y un recurso esencial para atender las necesidades inmediatas de divisas que exige la estabilización económica. 

A largo plazo, será fundamental para garantizar el flujo de moneda extranjera que demanda la industria, la sociedad y las finanzas públicas.

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