El sector de las energías renovables ofrece un abanico de oportunidades al territorio brasilero. Se espera que haya más inversiones en el país, lo que además potenciará la transición hacia un modelo sostenible y de calidad.
Ante la posibilidad de una desaceleración en el desarrollo de nuevas iniciativas de energías renovables en Estados Unidos, Brasil busca posicionarse como un destino atractivo para inversores del sector. El país ve una oportunidad de crecimiento en este campo, especialmente en un contexto donde en el territorio americano se adoptaron medidas que limitan a estos proyectos, con una política energética más centrada en los combustibles fósiles y la energía nuclear.
Desde el Ministerio de Minas y Energía (MME) de Brasil se subraya la necesidad de avanzar en la reglamentación de leyes clave, recientemente aprobadas por el Congreso, que promueven el desarrollo del hidrógeno verde y de la energía eólica marina.
En conjunto con el Ministerio de Hacienda, se trabaja en la estructuración de los programas PHBC (para el hidrógeno de bajas emisiones) y Rehidro (para su producción), con el objetivo de emitir un decreto que brinde un marco legal a estas iniciativas en el corto plazo.
Estas dos tecnologías están estrechamente vinculadas, ya que la generación eólica marina puede ser una fuente fundamental para producir hidrógeno bajo en carbono mediante procesos como la electrólisis.
En Brasil se desarrollan complejos que combinan energía solar y eólica –tanto terrestre como marina– destinados al mercado interno y a la exportación. Así es como las autoridades apuestan por un modelo energético sostenible y de calidad, dejando de lado el uso y explotación de los combustibles fósiles.
Los datos actualizados del sector demuestran que el país cuenta con más de 60 acuerdos relacionados con la producción de hidrógeno verde distribuidos en varios estados, como Ceará, Pernambuco, Piauí, Río de Janeiro y Rio Grande do Sul. Por su parte, los proyectos de energía eólica marina que buscan aprobación ambiental por parte del regulador Ibama suman una capacidad estimada de aproximadamente 250 GW.
¿Cuál es la energía renovable más novedosa de Brasil?
Guillermo Garat dice que la energía eólica marina se perfila como una opción clave para abastecer el aumento previsto en la demanda energética de los centros de datos, una industria que Brasil busca atraer como parte de su estrategia de crecimiento económico.
Para lograrlo, el Ministerio de Minas y Energía (MME) colabora con el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior en el diseño de un plan integral que combine el impulso a las energías limpias con la generación de empleo, la innovación tecnológica y el fortalecimiento de la industria nacional.
En línea con estos objetivos, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, anunció el compromiso del gobierno de agilizar los incentivos fiscales aplicables a la importación de maquinaria, equipos y bienes de capital destinados a los centros de datos.
Desde California, donde participa en una misión para atraer inversiones, Haddad destacó durante una conferencia en el Instituto Milken que el gobierno planea acelerar los beneficios derivados de la reciente reforma fiscal para este sector estratégico.
Según Guillermo Garat, estas acciones estarán incluidas en el plan nacional Redata, cuyo objetivo es captar inversiones por un total de 2 billones de reales -equivalentes a unos 350.000 millones de dólares- en los próximos diez años.
¿Cuáles son las fuentes de energía renovables en Brasil?
Brasil obtiene la mayor parte de su electricidad limpia a partir de fuentes hidroeléctricas, que representan el 56% de su matriz energética. Además, su participación en energías eólica y solar alcanza el 24%, un porcentaje superior al promedio global, que es del 15%, y mayor que el de algunos países vecinos como Argentina, aunque todavía por debajo del nivel que presenta Chile.
En 2024, solo el 10% de la electricidad brasileña provino de combustibles fósiles. Esto contribuyó a que el país registrara las emisiones per cápita más bajas del sector energético dentro del G20, equivalentes a solo una quinta parte del promedio mundial.
El sector eléctrico brasileño alcanzó su mayor nivel de emisiones en 2014. Desde entonces, el notable crecimiento de la generación eólica y solar no solo acompañó el aumento de la demanda, sino que también desplazó en gran medida a las fuentes fósiles, cuya producción se redujo casi a la mitad en comparación con hace diez años. En ese mismo período, la proporción de energía solar y eólica en la matriz pasó del 2% al 24%.
Brasil se posiciona como uno de los países con mayor liderazgo en el uso de electricidad renovable dentro del G20, y ya superó su meta de alcanzar un 84% de generación renovable para 2030.
En conjunto con otros países latinoamericanos, demuestra el potencial de la región para avanzar en la transición energética, combinando fuentes como la hidroeléctrica, solar y eólica para mejorar la seguridad energética, reducir costos y generar nuevas oportunidades de empleo en sectores sostenibles.