Los líderes mundiales participan de forma activa en el sector de las energías renovables. Hay un país en particular que lleva la delantera en la carrera por la transición energética, con un sólido compromiso y aporte en el desarrollo de las alternativas limpias.
En el marco del desarrollo de las energías limpias, China, Europa y Estados Unidos se posicionan como líderes a nivel global. No obstante, la rápida reducción de costos abrió oportunidades para que países más pequeños y con menos recursos económicos inicien proyectos sostenibles, aunque las diferencias en escala y alcance siguen siendo notables.
El territorio chino destaca en áreas como vehículos eléctricos, electrificación y cadena de suministro, mientras que Europa sobresale por su alta participación de energía solar y eólica en la generación eléctrica. Según un reciente informe del Rocky Mountain Institute, hasta ahora, estas tres regiones fueron responsables del despliegue del 93% de los vehículos eléctricos, el 87% de las baterías, el 85% de la energía eólica y el 82% de la energía solar.
Cabe destacar que desde principios de 2000, el crecimiento en la adopción de energías limpias en estas regiones fue exponencial. El informe atribuye este incremento a varios factores, como la electrificación, impulsada en parte por la creciente popularidad de los vehículos eléctricos, que ha reducido la demanda de combustibles fósiles. Además, el avance en el mercado de la energía solar y eólica ha acelerado la transición hacia fuentes renovables.
¿Qué países son líderes en el uso de las energías renovables?
China lidera actualmente en capacidad total instalada de energía solar y eólica, alcanzando en 2023 un incremento de 261 gigavatios, más del doble de los 100 GW añadidos el año anterior. En términos de inversión, durante 2022 destinó 26 veces más recursos a la cadena de suministro de energía limpia que Estados Unidos y Europa combinados, y en 2023 invirtió 676.000 millones de dólares en su transición energética.
Desde el inicio de los años 2000, se consolidó como el mayor productor mundial de energías limpias, dominando sectores clave como las obleas solares fotovoltaicas y los ánodos de baterías. De hecho, los datos indican que Europa y Estados Unidos, entre otros países, dependen en gran medida de estas importaciones.
Dicha posición dominante se atribuye a una decisión estratégica tomada en 2010, que priorizó el gasto de capital y la inversión en investigación y desarrollo en tecnologías renovables. En tanto, esta situación impulsa a otros bloques económicos a reaccionar para no quedar atrás.
La competencia en el sector es impulsada por el interés en garantizar la seguridad energética y fortalecer sus posiciones en el mercado global. Aunque este país sigue siendo el líder en inversión en energías renovables, se prevé que para este año la diferencia entre sus inversiones y las de USA y Europa disminuya significativamente, pasando de ser 26 veces mayor a solo un 2,4% más alta.
A pesar de que esta reducción podría no ser suficiente para desplazarlo de su posición predominante, se están implementando nuevas políticas y proyectos diseñados para cerrar la brecha. Por ejemplo, la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) en USA ya generó 282.000 millones de dólares en inversiones para proyectos sostenibles durante su primer año de implementación.
¿Cuáles son los proyectos de energía renovable?
A nivel global, aún no se alcanzó la capacidad máxima de fabricación de materiales necesarios para desarrollar proyectos de energías renovables. Según el informe, el sector solar opera a aproximadamente el 40% de su capacidad máxima, el sector eólico al 25% y el de baterías al 20%, a pesar del notable incremento en el despliegue de estas tecnologías en los últimos años.
En regiones como Japón, Corea, India y el Sur Global, existe un fuerte incentivo para superar los obstáculos de la transición energética y fomentar la creación de nuevos negocios. Los autores del informe anticipan que, a medida que el mercado solar en China se sature, sus paneles solares se exportarán al Sur Global, beneficiando a los consumidores con costos más bajos.
Aunque el 20% de la demanda mundial ya está electrificada, queda un 80% aún por atender. El informe destaca que la transición energética no es un sprint único, sino una serie de maratones, destacando que el camino recorrido hasta ahora es apenas el comienzo.
En el territorio chino, la demanda experimentó un crecimiento significativo, alcanzando el 27% de la demanda final, con un aumento de casi un punto porcentual anual. En contraste, tanto Europa como Estados Unidos mantuvieron sus niveles de participación en poco más del 20% durante más de una década.
El análisis indica que China igualó los niveles de electrificación de Estados Unidos y Europa en 2016 y 2017, continuando con un crecimiento sostenido desde entonces. Sin embargo, cada región presenta variaciones en la distribución de su demanda eléctrica en los tres principales sectores: transporte, edificios e industria.
Este liderazgo industrial fue posible gracias a que, en USA, el bajo precio del gas fomentó un proceso de deselectrificación, acompañado por un avance más lento en la región europea. Esto permitió el avance significativo en la electrificación industrial.