Los expertos en el sector destacan el desarrollo de la energía eléctrica a nivel global. Más de la mitad del sistema eléctrico proviene de fuentes renovables, destacándose particularmente la hidráulica y fotovoltaica.
Los expertos en el sector eléctrico dieron a conocer el avance que hubo respecto al desarrollo de las energías renovables en 2024. A sorpresa de muchos, se registró un importante avance, al registrarse que más de la mitad de la generación proviene de las fuentes renovables.
Las tecnologías renovables que registraron el mayor incremento en su contribución fueron la hidráulica, con un aumento del 3.7%, y la fotovoltaica, con un crecimiento del 2.7%. Aunque los resultados son positivos, el ritmo actual de integración de energías renovables solo podrá sostenerse si se incrementa la demanda eléctrica, un escenario que, hasta ahora, no se materializó.
Según APPA Renovables, es urgente implementar un plan nacional de electrificación, ya que, para cumplir con los objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, sería necesario un crecimiento anual de la demanda del 6.2% hasta 2030.
¿Cuál fue el avance de las energías renovables en 2024?
Las energías renovables alcanzaron cifras históricas en el sistema eléctrico, consolidando su papel como una fuente clave de energía. El año pasado, la generación renovable superó el 50%, y en 2024 cerró con más del 56% gracias al incremento en la generación hidráulica, que aumentó su participación en 3.7%.
Además, la generación fotovoltaica -impulsada por un notable crecimiento en la capacidad instalada- aportó el 16.7% de la electricidad, mientras que la energía eólica, con un liderazgo sólido, contribuyó con el 22.8%. Incluso en años con menor disponibilidad de recursos hídricos, estas dos tecnologías mantendrán una participación significativa en el mix energético.
Una parte importante del consumo eléctrico nacional, como el autoconsumo, no se incluye oficialmente en las estadísticas de generación renovable debido a limitaciones operativas. Con más de 8 GW de capacidad instalada en autoconsumo, esta modalidad ya satisface el 3.7% de la demanda eléctrica.
Sin embargo, al tratarse de consumo interno de hogares y empresas, se considera una reducción de la demanda eléctrica en lugar de contabilizarse como generación renovable. En tanto, la falta de datos oficiales sobre autoconsumo es una de las tareas pendientes para tener una visión más precisa del impacto de esta modalidad en el sistema energético.
Por otra parte, un 2% de la generación eléctrica se realizó mediante turbinas de bombeo, aunque en las estadísticas se clasifica como no renovable, a pesar de que la mayor parte de la electricidad utilizada para el bombeo proviene de fuentes limpias.
Sumando estas contribuciones no contabilizadas, como el autoconsumo y el bombeo, la proporción real de demanda eléctrica cubierta por energías renovables superaría el 60%, mostrando avances significativos hacia la descarbonización del sistema eléctrico. Estos progresos representan un paso clave que debe replicarse en otros sectores energéticos para seguir avanzando hacia un modelo más sostenible.
¿En qué situación se encuentra el sector de las energías renovables hoy?
El ritmo actual de integración de energías renovables depende en gran medida de un incremento en la demanda eléctrica, un factor que, hasta ahora, no se manifestó de manera suficiente. Las políticas intervencionistas impulsadas por algunos sectores políticos representan un desafío para el desarrollo sostenible de estas tecnologías.
De hecho, para que la transición energética tenga un impacto tanto ambiental como económico, es fundamental sustituir los consumos basados en combustibles fósiles importados por opciones electrificadas.
Elementos clave como el almacenamiento de energía, la electrificación de sectores estratégicos y la gestión eficiente de la demanda serán esenciales para integrar la electricidad renovable en los próximos años. Entre estos, la electrificación se posiciona como el factor más relevante para el futuro inmediato, destacando la necesidad de un Plan Nacional de Electrificación que permita alcanzar los objetivos establecidos en el PNIEC.
Este plan prevé un incremento del 34% en la demanda eléctrica para 2030 en comparación con los niveles de 2019, lo que implica un aumento anual del 6.2%. Sin embargo, la realidad actual dista de estos objetivos, ya que en 2024 la demanda eléctrica apenas creció un 1.5%, una cifra insuficiente para compensar la caída del 1.8% registrada en 2023.
Este escenario evidenció la necesidad de acelerar los esfuerzos para lograr un crecimiento sostenido que permita cumplir con las metas de descarbonización y desarrollo sostenible.
¿Cuáles son los desafíos para el desarrollo de las energías renovables?
El sector eléctrico enfrenta importantes desafíos para avanzar en la integración de energías renovables, especialmente al aproximarse a niveles altos de penetración.
Según las proyecciones, para 2030 se podría alcanzar un 74% de generación renovable en el sistema eléctrico, una cifra destacada pero todavía inferior al objetivo del 81% establecido. Este desarrollo no solo enfrenta retos técnicos significativos, sino también riesgos derivados de políticas intervencionistas promovidas por diversos sectores políticos.
Ejemplos de estas medidas incluyen la reciente legislación aprobada en Galicia bajo el liderazgo del Partido Popular, propuestas surgidas del 41 Congreso del Partido Socialista Obrero Español y otras iniciativas similares impulsadas por diferentes sectores. Este tipo de cambios normativos podría desincentivar las inversiones en el sector al generar incertidumbre regulatoria y comprometer la seguridad jurídica.
Además, algunas de estas propuestas podrían intensificar los conflictos legales dentro del sector eléctrico, ya que contravienen regulaciones y leyes de la Unión Europea. Esto podría dificultar aún más el desarrollo renovable, al crear un entorno poco favorable para la expansión de tecnologías limpias y sostenibles.