Las energías renovables son cada vez más populares a nivel global, dados sus beneficios económicos y ambientales. Entre las alternativas disponibles, se destacan mayormente la energía eólica y la solar.
Argentina avanza en su transición energética, con el objetivo de mitigar los efectos del cambio climático y lograr un suministro eléctrico más sostenible, seguro y accesible. Se trata de un compromiso con la sustentabilidad que crece cada vez más.
En la actualidad, el territorio argentino consolida su participación en el sector de las energías renovables. La meta principal, de cara al 2025, es alcanzar un 20% del abastecimiento eléctrico con energías limpias, tal como establece la Ley 27.191.
En detalle, esta última normativa local promueve el uso de fuentes renovables de energía para producir electricidad en el país. Esta modificó la Ley 26.190 para diversificar el sistema nacional, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y garantizar el abastecimiento en cuestión.
Cabe destacar que el marco regulatorio ofrece incentivos fiscales para fomentar la inversión en este tipo de proyectos, incluyendo la devolución del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y la exención de algunas tarifas.
En tanto, se creó el Fondo para el Desarrollo de Energías Renovables (FODER) en 2015, con el fin de financiar proyectos de energías renovables a través de la administración del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE).
La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA) aseguró que el 2023 fue un año récord para el país, dado que la cobertura mensual de la demanda eléctrica fue del 18,6%. Dicho porcentaje superó al 17,8% registrado en 2022.
El avance en términos de sostenibilidad se debe principalmente a la energía eólica con 1.376,3 GWh (74,1%), y la energía solar con 283,3 GWh (15,2%). Al mismo tiempo, los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos aportaron 126,4 GWh (6,8%) y las bioenergías, 70,4 GWh (3,8%).
Desde el sector aseguran que esta nueva marca histórica se conforma con las tecnologías que se ven incluidas con las leyes actuales. El Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) ascendió a 10.000 GWh gracias a la generación de energías renovables.
Por otro lado, si se incluye la energía hidroeléctrica de más de 50 MW como renovable, la generación total de energías renovables en abril alcanzó los 4.145,93 GWh, cubriendo el 41,45% de la demanda eléctrica. Las grandes hidroeléctricas contribuyeron con 2.289,53 GWh a la matriz energética.
¿Cuál es la situación actual de las energías renovables en Argentina?
El sector nacional sigue progresando hacia el objetivo de alcanzar en 2025 el 20% del abastecimiento eléctrico mediante fuentes renovables. En esta línea, el Instituto de Energía Mosconi (IAE) observó un incremento anual en la generación de energía a partir de biogás, eólica, hidráulica renovable y solar.
Los datos indican que hubo aumentos del 16.2 %, 7.1 %, 33.3 % y 13.4 %, respectivamente. Esto impacta de forma directa en el medio ambiente, mejorando la calidad del aire y protegiendo a los ecosistemas afectados.
Por otro lado, a finales del año pasado, la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) presentó un conjunto de propuestas para desarrollar este tipo de energía en Argentina como una política de Estado dentro del marco de la transición energética.
Dichas propuestas buscan que todas las fuerzas políticas del país, tanto del oficialismo como de la oposición, las consideren para la planificación de la matriz energética en los próximos años.
Para cumplir los objetivos que impone la Ley 27.191 respecto a la transición sustentable, los expertos en el tema coinciden en que es necesario adoptar una política estatal a mediano y largo plazo. Asimismo, es importante asegurar condiciones macroeconómicas estables.
De esta manera, se generarán las condiciones necesarias para financiar proyectos de energía renovable y expandir el sistema de transmisión de electricidad en alta tensión, esenciales para el desarrollo del sector.
En este contexto, la IAE remarcó que el horizonte de los objetivos debería extenderse a una cuota de al menos 30% para 2030, asegurando un camino de transformación en cumplimiento con el Acuerdo de París y alineado con el reciente Plan Nacional de Adaptación y Mitigación.
Es importante recordar que ambos programas pretenden abordar los efectos del cambio climático, sin descuidar la reducción de emisiones ni la cooperación internacional. De esta manera, los líderes mundiales se unen y aprovechan los beneficios de la tecnología para promover un futuro mejor.
Argentina es uno de los tantos países que promueve, ante este escenario, el uso de las energías renovables con el objetivo de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados, y preferiblemente a 1.5, en comparación con los niveles preindustriales. El foco está puesto en el financiamiento estatal para apoyar las acciones de mitigación y adaptación.