México es uno de los países latinoamericanos que promoverá el desarrollo de las energías renovables, con un sistema eléctrico sostenible y de calidad para los usuarios. Se espera que la nueva gestión de gobierno promueva un consumo responsable con el medio ambiente.

Claudia Sheinbaum asumió al gobierno de México en octubre de este año, con el objetivo de cumplir diferentes objetivos a nivel nacional e internacional. Uno de ellos está relacionado con el desarrollo de las energías renovables y el cuidado con el medio ambiente. 

Durante su discurso de toma de posesión como Presidenta Constitucional de México, se comprometió a impulsar la eficiencia energética y la transición hacia fuentes renovables. En esta línea, la mandataria también destacó la importancia de fortalecer las empresas energéticas públicas del Estado, destacando que ello beneficia a toda la sociedad.

En la presentación también compartió los detalles sobre el Plan Nacional de Energía, que contemplará nuevas inversiones tanto en la transmisión y generación de energía, como en un ambicioso programa de transición hacia energías más limpias. Se espera que haya un apoyo por parte del Congreso de la Unión.

¿Qué proyectos tendrá México sobre las energías renovables?

Durante su discurso, la presidenta reafirmó su compromiso de mantener la proporción actual en la generación eléctrica, donde el 54% proviene del sector público y el 46% del privado. 

La actual jefa de Estado anticipó la presentación del Plan Nacional de Energía, que incluirá inversiones en transmisión, generación y un ambicioso programa de transición hacia energías renovables, buscando reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. 

Según informó, la participación del sector privado se desarrollará bajo reglas claras y en el marco de la ley, garantizando la estabilidad del sistema eléctrico. Esto permitirá que el crecimiento en la generación de electricidad sostenible responda a las necesidades del país sin comprometer la seguridad del sistema. 

Al establecer un entorno normativo sólido, las inversiones del sector privado podrán ser destinadas hacia proyectos estratégicos, incluyendo la modernización de infraestructuras, la expansión de la red de transmisión. De esta manera, prevén el desarrollo de tecnologías más limpias y eficientes.

Los expertos del sector aseguran que esta participación equilibrada entre el sector público y privado permitirá que el país avance hacia un sistema energético más diversificado. Lo cierto es que la generación privada cubrirá el 46% de la demanda, lo que complementará la capacidad instalada de las empresas estatales, que seguirán desempeñando un papel clave en la producción de energía. 

El esquema permitirá que la generación de electricidad se lleve a cabo de manera competitiva, garantizando que las fuentes de energía limpia y renovable se integren de forma eficiente al sistema eléctrico nacional. Además, este enfoque mixto entre público y privado ayudará a evitar la sobrecarga en la red eléctrica, mejorando la calidad del servicio y reduciendo el riesgo de apagones. 

Lo cierto es que las nuevas inversiones en transmisión y generación se alinearán con los objetivos de transición energética, permitiendo la incorporación de un mayor porcentaje de fuentes renovables, como la solar y la eólica, a la matriz energética del país. 

Según informaron las autoridades, esto también contribuirá a mitigar los efectos del cambio climático, ya que se reducirá la dependencia de combustibles fósiles. En México en particular, se observa un particular aumento de concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero, lo que impacta de forma directa en la salud de los humanos y en la seguridad alimentaria.

En este contexto, el Gobierno enfatiza que la generación eléctrica debe estar orientada a satisfacer las necesidades nacionales, priorizando la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Al mismo tiempo, la estabilidad del sistema permitirá que los precios se mantengan accesibles tanto para los consumidores residenciales como para las industrias, lo que a su vez favorecerá la competitividad del país a nivel internacional.

Este equilibrio en la participación del sector privado y público también abrirá la puerta a nuevos proyectos de innovación tecnológica y eficiencia energética, promoviendo el desarrollo de fuentes alternativas que aseguren un suministro energético confiable y respetuoso con el medio ambiente, mientras que la fortaleza de las empresas estatales garantizará un enfoque estratégico a largo plazo en la transición hacia energías renovables.

Asimismo, destacó la importancia de fortalecer las empresas públicas de energía, esenciales para asegurar el suministro de un sistema limpio y a bajo costo, tanto para la generación actual como para las futuras. 

En cuanto a la producción de petróleo, reiteró que el objetivo principal de la empresa de gas natural Pemex será satisfacer la demanda interna, limitando la producción a 1.8 millones de barriles diarios, en contraste con las metas más altas propuestas anteriormente, que consideró insostenibles desde el punto de vista ambiental. 

En lugar de aumentar la producción petrolera, subrayó la necesidad de promover la eficiencia energética y expandir las energías renovables para atender el crecimiento de la demanda eléctrica del país.