El 2023 fue un año histórico para las energías renovables, dada la generación de electricidad limpia. Este fue un gran avance, en el marco de la meta de cero emisiones para 2050.

Las energías renovables pisan fuerte a nivel global. Cada vez son más empresas y líderes mundiales que acuden a este tipo de soluciones limpias, con el fin de cuidar al medio ambiente y promover una alternativa acorde a las nuevas demandas.

En detalle, se estableció un objetivo internacional en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático 2015, donde 195 países firmaron el primer acuerdo vinculado al clima. Desde ese momento, se notó un compromiso sobre crear un plan de acción para limitar el calentamiento global por debajo de los 2° C para 2100.

Los expertos en el tema coinciden en que la energía es el origen del cambio climático. Más del  75% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y aproximadamente el 90% de las emisiones de dióxido de carbono surgen de la generación de energía.

Sin embargo, es importante resaltar que es en sí misma la solución. Para lograr los objetivos impuestos en el Acuerdo de París de 2015, las miradas deben estar puestas en reducir las emisiones a casi la mitad en 2030; y alcanzar el cero neto en 2050.

Para ello, será necesario independizarse de los combustibles fósiles e invertir en fuentes de energías renovables, que a su vez sea accesibles, sostenibles, fiables y asequibles. Un ejemplo claro de esto son aquellas que provienen del Sol, viento, agua o calor. 

Al ser renovadas de la propia naturaleza, la ventaja es que prácticamente no emiten gases de efecto invernadero ni son contaminantes con el medio ambiente. Se muestran amigables con el planeta, dejando atrás las que convencionales como las que dependen del carbón.

¿Cuál fue el avance de las energías renovables en el mundo?

En lo que va de la historia, el 2023 fue un año histórico a nivel global debido a la participación récord de la electricidad verde, también conocida como energía renovable. Este logro fue posible gracias al rápido avance que tuvo la eólica y solar, marcando un punto de inflexión en la transición a las bajas en carbono.

Dicha revolución está ocurriendo a gran velocidad, en particular por el impulso de los países claves, como China y Estados Unidos. Ambos promueven el uso de los paneles solares y las turbinas eólicas, con el fin de dejar atrás las fuentes contaminantes.

La energía hidroeléctrica y otras fuentes renovables, como la bioenergía, representaron el resto de la generación, aumentando del 29,4 % del total en 2022 al 30,3 % en 2023, alcanzando así un nuevo récord. 

Es importante resaltar que la energía solar es la fuente de electricidad verde de más rápido crecimiento, incrementando su participación del 4,6 % en 2022 al 5,5 % en 2023. En parte, esto se debe por presentar ahorros significativos y recuperar la inversión en un tiempo relativamente corto.

Lo positivo es que el aumento en la generación de energía verde redujo la proporción de aquella que es generada por combustibles fósiles, que pasó del 61,4 % en 2022 al 60,6 % en 2023. Sin embargo, la cantidad de electricidad producida por estos últimos creció ligeramente debido a un aumento del 2,2 % en la demanda, principalmente en China.

Desde principios de este siglo, las energías eólica y solar han incrementado su participación en la generación de electricidad global del 0.2 % a un récord del 13.4 %. Por su parte, la energía nuclear, una alternativa más amigable con el ambiente en comparación con los combustibles fósiles, suministró el 9.1 % de la electricidad global, manteniéndose sin cambios respecto a 2022.

¿Cuáles son los beneficios de las energías renovables?

Los especialistas en el tema indican que acelerar la transición hacia energías limpias prepara a la sociedad para un futuro más saludable y habitable, especialmente para las generaciones futuras. En esta línea, surgen cinco razones para comprometerse con este cambio.

En primer lugar, cabe destacar que las energías renovables se encuentran al alcance. Cerca del 80% de la población mundial vive en países que dependen de la importación de combustibles fósiles. Sin embargo, todos los países tienen acceso a fuentes de energía renovable. 

La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) estima que para 2050, el 90% de la electricidad mundial podría provenir de energías renovables, ya sea el viento o el sol, por ejemplo.

Además, estas resultan más económicas que las convencionales. Hoy en día, son la opción más asequible en gran parte del mundo, ya que la tecnología redujo significativamente sus costos.

Entre 2010 y 2020, los costos de la electricidad solar disminuyeron un 85%, mientras que los costos de la energía eólica en tierra y mar se redujeron un 56% y un 48%, respectivamente.

Para 2030, la electricidad más barata podría provenir de fuentes verdes, y para 2050, el sector energético podría descarbonizarse en un 90%, ayudando a mitigar el cambio climático.

Otro punto a favor es que son beneficiosas para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 99% de la población respira aire de calidad inferior a los estándares adecuados, lo que pone en riesgo su salud. 

Cada año, más de 13 millones de muertes son atribuibles a problemas ambientales evitables, como la contaminación del aire, responsable de 7 millones de muertes anuales. El cambio no solo combate el cambio climático, sino que también mejora la calidad de vida.

Al mismo tiempo, estas generan empleo. Cada dólar invertido crea tres veces más puestos de trabajo que el sector de combustibles fósiles. De hecho, la Agencia Internacional de Energía (IEA) prevé que la transición hacia emisiones netas cero aumentará la demanda de trabajadores en el sector energético, incluyendo la fabricación de vehículos eléctricos, aparatos eficientes y tecnologías innovadoras como el hidrógeno. 

Por último, y relacionado a los puntos anteriores, se destaca su rentabilidad. En 2020, se gastaron aproximadamente USD 5.900 billones en subsidios para combustibles fósiles, sin considerar el daño que estos causan. Invirtiendo menos del 70% de esa cantidad anualmente en energías renovables hasta 2030, se podría alcanzar el objetivo de emisiones netas cero para 2050. 

La reducción de la contaminación y el impacto climático negativo podría ahorrar al mundo hasta USD 4.200 billones al año para 2030. Esto demuestra sus múltiples beneficios, tanto sociales como económicos, que podrían cambiar para siempre la historia mundial.