En el marco del desarrollo tecnológico, la industria energética adopta nuevas herramientas. Tal es el ejemplo de los paneles solares fabricados con polvo lunar, una esfera hiperpotente que sorprende al mundo.

En un contexto de transición energética, la cual se establece para mitigar los efectos del cambio climático y cuidar los recursos naturales, la industria establece nuevas herramientas en el mercado. Recientemente se destacó el panel solar fabricado con polvo de Luna, el cual marca un hito en la historia. 

El panel solar de polvo lunar es una esfera hiperpotente que sorprende a nivel global, dado que sus placas funcionan de noche, sin necesidad de contar con la presencia del Sol. Esto permite una garantización constante de energía independiente de si es de día.

Por su parte, la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) considera que este desarrollo acompaña al crecimiento de la energía solar y la energía eólica. Ambas deberían ser prioritarias en los próximos años, particularmente hasta 2030, según indica.

El posicionamiento de IRENA va a la par del Acuerdo de París, el cual se celebró en 2015 para limitar el calentamiento global a un máximo de 1,5ºC. En esta línea, las autoridades de la agencia aseguran que las energías renovables son las que menos impacto ambiental tienen.

Los detalles del panel solar hecho con polvo de Luna, el invento de Blue Origin

La empresa de transporte aeroespacial de Estados Unidos descubrió la manera de fabricar paneles solares económicos en la Luna. Un equipo de ingenieros logró crear células solares y cables a partir de rocas y granos materiales. 

En 2023, la compañía anunció que sus ingenieros habían fabricado paneles solares funcionales utilizando polvo de la superficie lunar. Esto demuestra que la idea, si bien está generando reconocimiento, no es nueva. 

El regolito lunar es abundante y contiene los elementos químicos necesarios para producir paneles solares, como silicio, hierro, magnesio y aluminio. Sin embargo, hasta ahora no se había logrado poner en práctica. 

Es acá donde entra el aporte de Blue Origin, al contar con un proyecto llamado Blue Alchemist. Su estrategia marca un antes y un después en el mundo, con un aporte que permite la obtención de energía constante. 

Antes de alcanzar este logro, los expertos de la compañía trabajaron de forma intensa durante dos años utilizando un proceso llamado electrólisis de regolito fundido. Para ello, usaron un regolito sintético que imita las propiedades químicas y la variabilidad en la composición y tamaño de las partículas del lunar. 

Dicho material se introduce en un reactor y se somete a un proceso de separación eléctrica. Así se produce hierro, silicio y aluminio, al separar estos elementos del oxígeno al que están unidos. Además se genera oxígeno como subproducto útil para el soporte vital. 

Dicho proceso logra purificar el silicio a un nivel de pureza casi completo, necesario para fabricar células solares eficientes. Se destaca por utilizar solo la luz del Sol y el silicio del reactor, evitando así el uso de químicos tóxicos y explosivos típicos de los métodos de purificación en la Tierra.

El rol de la Luna en el desarrollo de las energías renovables

El entorno lunar es extremadamente hostil para las células solares, por lo que los paneles solares necesitan una cubierta de vidrio para protegerse y extender su vida útil más allá de unos pocos días. 

En el caso de Blue Origin, la técnica desarrollada se caracteriza por utilizar subproductos de la electrólisis del regolito fundido para producir dicha cubierta de vidrio, lo que permite que las células solares funcionen en la Luna durante más de una década.

Este método no solo crea los componentes esenciales para las células solares, sino que también genera los subproductos necesarios para fabricar el vidrio protector y los cables de conexión. 

Asimismo, la tecnología de manufactura es sostenible, ya que no emite dióxido de carbono, no consume agua ni produce residuos tóxicos.

De esta manera, los paneles solares fabricados con polvo lunar se posicionan como una solución renovable destacada, comparable con el primer panel solar cuántico de la historia.

¿Qué es y cómo funciona un panel solar?

Se trata de una estructura rectangular que cuenta con una unidad básica que es la célula solar, la cual mide aproximadamente diez centímetros cuadrados. Un panel solar está compuesto por varias de estas células montadas sobre una plancha y recubiertas con un plástico llamado EVA. 

Este material es capaz de soportar condiciones y temperaturas extremas, permitiendo el paso de la luz pero bloqueando los dañinos rayos ultravioletas. Los paneles también incluyen un componente esencial, el inversor, que convierte la corriente generada en un formato utilizable.

Es importante resaltar que este dispositivo es capaz de capturar la energía del Sol para generar tanto calor como electricidad. Según su propósito, existen dos tipos: los colectores solares y los paneles fotovoltaicos.

Los primeros, se caracterizan por usar la energía solar térmica para producir agua caliente, generalmente para uso doméstico. Los segundos, en cambio, generan electricidad a partir de la radiación solar que incide sobre las células fotovoltaicas.

Dicha energía es esencial para alimentar el consumo de viviendas, comercios e incluso industrias. Esto demuestra que son de suma importancia en la actualidad, dada la alta demanda global.

La energía solar cobra gran importancia, al tener en cuenta la contaminación que genera la producción del sistema eléctrico tradicional. Esta se presenta como una alternativa eficiente para el aprovechamiento de la energía no contaminante, la cual se obtiene del Sol.