Los expertos en el sector observan un excelente panorama respecto al avance de las energías renovables. Se espera que en los próximos años la electricidad provenga casi en su totalidad de fuentes renovables.
La transición energética en México representa no solo una respuesta urgente ante los desafíos del cambio climático, sino también una oportunidad para fomentar una economía más sostenible y equitativa. Se espera que haya un cambio significativo en el sistema eléctrico tradicional, con una fuerte incorporación de fuentes renovables en el futuro.
Esta transición energética tiene como finalidad reemplazar las fuentes de energía basadas en combustibles fósiles por alternativas renovables, como la energía solar y eólica, con el propósito de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la mitigación del cambio climático.
Según un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), para el año 2050, el 91% de la electricidad a nivel mundial provendrá de fuentes renovables, siendo la energía solar fotovoltaica y la eólica las principales impulsoras de este cambio. Esto resulta un panorama sumamente positivo para el sector, dado el avance del cambio climático a nivel global.
Cabe destacar que las tradicionales fuentes de energía son altamente peligrosas para el medio ambiente, ya que liberan dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que retienen el calor en la atmósfera. Esto contribuye al calentamiento global y al cambio climático.
El uso intensivo de estos combustibles comenzó a expandirse durante la Revolución Industrial, lo que coincidió con un crecimiento exponencial de la población. En la actualidad, la mayoría de la energía que se consume proviene de la quema de estos, incluso pese a que su impacto ambiental es considerablemente negativo.
Los recursos de este tipo se originan a partir de restos de plantas y otros organismos que quedaron enterrados hace millones de años debido a fenómenos naturales y microorganismos, bajo condiciones específicas de presión y temperatura. Entre los más comunes se encuentran el carbón mineral, el gas natural y el petróleo, junto con sus derivados.
Aunque son una fuente esencial, su extracción y uso generan graves consecuencias para el medio ambiente. Además, se consideran recursos no renovables, ya que se extraen a un ritmo mucho más rápido del que la naturaleza puede reponerlos.
¿Cuál es la energía renovable más importante de México?
En México, la generación distribuida (GD) fotovoltaica experimentó un crecimiento notable, impulsado por el avance de las energías renovables a nivel nacional, políticas públicas favorables y un creciente interés de la sociedad por prácticas sostenibles.
Esta misma hace referencia a aquella que se produce por generadores exentos, los cuales no requieren permisos de generación de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), siempre que operen dentro del límite de megavatios permitido.
Este modelo permite generar electricidad directamente en el lugar de consumo, siendo los paneles solares conectados a la red eléctrica tradicional de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el método más común.
En noviembre de este año, el gobierno de México presentó el Plan Nacional de Energía 2024-2030, que propone aumentar el límite de generación exenta de 0.5 a 0.7 MW. Esta medida podría beneficiar directamente a la GD al permitir mayores capacidades de generación.
Santiago Villagómez, CEO de Energía Real -empresa especializada en soluciones de energía limpia-, señala que este incremento favorecerá la instalación y operación de sistemas de generación distribuida. Esto promoverá tanto el autoconsumo como la posibilidad de aportar excedentes a la red, fortaleciendo la diversificación energética y avanzando hacia fuentes más limpias.
¿Cuáles son los proyectos para potenciar la energía renovable en México?
Con el propósito de aprovechar la energía solar y mejorar el acceso a la electricidad, se presentó la Alianza por la Equidad Energética en el territorio mexicano, una iniciativa centrada en el impulso de la generación distribuida.
Esta propuesta está encabezada por la organización civil Sostenibilidad Global y cuenta con la colaboración de Rafiqui, la primera asociación dedicada al reciclaje de paneles solares, además de Energía Real, empresa especializada en soluciones de energía limpia como sistemas fotovoltaicos, baterías de almacenamiento energético y tecnología de monitoreo de consumo con indicadores de sostenibilidad.
La GD demostró un impacto significativo en la transformación del sector energético nacional, promoviendo una mayor independencia energética, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y el acceso equitativo a fuentes limpias de energía.
¿En qué situación se encuentran las energías renovables en México?
En el primer semestre de 2024, la CRE reportó un total de 460,896 contratos de GD, lo que supone un incremento del 25.5% en comparación con los 367,207 contratos registrados durante el mismo periodo de 2023.
En cuanto a capacidad instalada, se alcanzaron 3,891.22 MW en los primeros seis meses de 2024, frente a los 2,954.65 MW del mismo lapso en 2023, lo que refleja un crecimiento del 31.69%.
Durante ambos años, la energía solar fotovoltaica se mantuvo como la principal fuente de generación eléctrica distribuida, representando el 99% de la capacidad instalada en este segmento.