Genneia llevará adelante una obra que abastecerá la demanda de energía en el país. Se espera que la provincia salteña produzca 150.000 toneladas de carbonato de litio por año.

Genneia, reconocida como líder en energías renovables en Argentina, continúa consolidando su presencia en el sector minero a través de la creación de una nueva línea de interconexión eléctrica de alta tensión en la provincia de Salta. Esta iniciativa, que implica una inversión superior a los 400 millones de dólares, busca mejorar el acceso a la red eléctrica para distintos proyectos mineros de la región, fomentando la producción de litio verde y promoviendo la futura expansión hacia el desarrollo de proyectos de cobre.

La nueva infraestructura que estará disponible en las tierras salteñas abastecerán una demanda anual de 2,6 millones de MWh de energía renovable. Esto permitirá que haya una producción aproximada de 150.000 toneladas de carbonato de litio por año.

Las autoridades del sector coinciden en que de esta manera será posible garantizar un suministro competitivo, de calidad y sostenible. Consideran que los proyectos de este estilo impulsan de forma directa el crecimiento de la industria minera en la zona.

Dentro del avance del proyecto, representantes de Genneia y de EDESA se reunieron con el Ministro de Infraestructura de Salta, Sergio Camacho, para coordinar las próximas acciones y reforzar el desarrollo de la infraestructura energética en la provincia. 

El rol activo de Genneia en el sector de las energías renovables

Genneia, que logró gestionar más de 1.200 millones de dólares en financiamiento sostenible durante los últimos cinco años bajo estándares internacionales de calidad, reafirma su compromiso de continuar impulsando proyectos estratégicos que tengan un impacto positivo en la región.

Ahora la compañía lidera el mercado argentino de soluciones energéticas sustentables, concentrando el 19% de la potencia instalada a nivel nacional. En enero de 2025 alcanzó un importante logro al superar los 1,25 GW de capacidad instalada, consolidando su posición en el sector de energías limpias. 

Su presencia incluye parques eólicos en Rawson, Trelew, Madryn, Chubut Norte, Villalonga, Pomona, Necochea y La Elbita, sumando un total de 944 MW de capacidad en energía eólica. Además, avanza en la construcción del parque solar Malargüe I (Los Molles), con una capacidad proyectada de 90 MW, y en el desarrollo del parque solar Anchoris, que tendrá una capacidad de 180 MW.

¿Cómo afecta la minería al medio ambiente en Argentina?

El litio es el mineral cuya demanda crece con mayor rapidez. Se calcula que existen alrededor de 518 millones de toneladas de este recurso a nivel mundial. Una parte significativa, equivalente al 58% de las reservas globales, se concentra en el denominado triángulo del litio -Argentina, Bolivia y Chile-, donde el mineral se encuentra principalmente en forma de salmuera dentro de los salares andinos.

Dentro de esta región, Argentina alberga el 20,55% de las reservas. La demanda internacional de litio alcanza las 690.000 toneladas, y en respuesta, el país lleva adelante 48 proyectos de extracción, distribuidos en su mayoría en Salta (27 proyectos), seguido por Catamarca (16) y un desarrollo conjunto en La Rioja y San Juan.

La extracción de litio mediante megaminería hídrica implica un alto costo ambiental: para obtener una tonelada de litio es necesario evaporar aproximadamente 2 millones de litros de agua. Esta práctica genera la pérdida constante de recursos hídricos en los ecosistemas de la región y aumenta el riesgo de salinización de los acuíferos subterráneos, al filtrarse la salmuera que contiene el litio.

A estos efectos se suman otros impactos ambientales provocados por la actividad minera, como la alteración de la dinámica hídrica superficial debido a las instalaciones de las empresas, el descenso del nivel freático que pone en peligro los humedales al secar vegas y turberas, afectando gravemente la fauna local, y la extracción de otras sales que, al quedar expuestas, conforman residuos tóxicos en el ambiente.

Las comunidades locales también padecen las consecuencias de esta actividad, ya que dependen de los recursos naturales que resultan afectados, como las pasturas para el ganado, y el cambio en el paisaje compromete el desarrollo de actividades turísticas en la región.

¿Cómo contamina la minería?

La contaminación minera representa un problema ambiental grave que se origina a partir de las actividades de extracción y procesamiento de minerales. Una de las principales fuentes de este impacto son los residuos mineros, como los relaves y las escombreras, que contienen sustancias tóxicas y metales pesados capaces de filtrarse en el suelo y las aguas subterráneas. Los relaves, en particular, pueden almacenar cianuro y otros productos químicos peligrosos. 

Otro factor que contribuye a la contaminación es la liberación de polvo y partículas en el aire durante procesos como la voladura, la excavación y el transporte de minerales. Estas partículas, que a menudo contienen metales pesados, deterioran la calidad del aire y afectan la salud respiratoria de quienes viven en las cercanías de las explotaciones mineras. 

Asimismo, la utilización de reactivos de flotación y solventes en el proceso minero puede provocar la filtración de estas sustancias en cuerpos de agua próximos, generando contaminación hídrica que perjudica tanto la calidad del agua como a los ecosistemas acuáticos.

En definitiva, la contaminación derivada de la actividad minera es un desafío complejo que exige una gestión responsable y prácticas sostenibles para mitigar sus impactos.